Cocinas pequeñas en Santiago de Compostela
Una cocina pequeña puede ser un espacio increíble si se diseña con cariño y con una buena planificación. En muchos pisos de Santiago de Compostela, las dimensiones no son enormes, pero eso no impide que la cocina se convierta en un lugar funcional, luminoso y lleno de vida. Lo bonito de trabajar estos proyectos es ver cómo cada centímetro empieza a tener sentido y cómo, con las decisiones adecuadas, la cocina deja de parecer pequeña para convertirse en una cocina cómoda.
Cocinas de diseño pequeñas
Una cocina pequeña bien diseñada puede sentirse más amplia de lo que es. La clave está en cómo se colocan los muebles, cómo fluye la luz y cómo se aprovechan las zonas que normalmente quedarían vacías. Lo que importa no es el tamaño, es cómo se piensa el espacio.
Cocinas pequeñas con isla
Puede parecer imposible, pero muchas viviendas con cocinas pequeñas en Santiago han logrado convertirse en cocinas con isla que funcionan de maravilla. Las islas pequeñas aportan superficie de trabajo, almacenamiento extra y una zona cómoda para el día a día, sin saturar el espacio.
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En nuestro showroom de Santiago de Compostela puedes ver, tocar y probar las cocinas pequeñas o grandes a medida en persona. No es lo mismo imaginarlo en un catálogo que recorrer nuestras cocinas en persona, abrir cajones, probar acabados y descubrir cómo se siente un diseño pensado para ti.
Cocinas pequeñas abiertas al salón
Abrir una cocina pequeña al salón puede transformar por completo la casa. De repente, la cocina respira, la luz se comparte entre estancias y aparece esa sensación de continuidad que tanto favorece a los espacios compactos. Además, las cocinas abiertas generan un ambiente más social, más conectado a la vida diaria.
Lo interesante es que no hace falta una reforma enorme: a veces, solo eliminar un tabique o sustituir una puerta por un paso abierto es suficiente para unir los dos espacios.
¿Quieres probar un diseño en tu cocina?
Diseñar una cocina pequeña es un proceso que se vive con mucha ilusión, porque cada decisión cambia por completo cómo se siente el espacio. Si te apetece ver cómo encajaría todo en tu casa, podemos ayudarte a darle forma con nuestro diseño 3D, que permite probar distribuciones, alturas y módulos con las medidas exactas de tu vivienda. Así puedes comprobar al momento si algo funciona o si conviene ajustarlo.
Utiliza nuestro programa 3D de diseño de cocinas
Ventajas de una isla para tu cocina
Una cocina pequeña a medida marca la diferencia por una razón muy sencilla: todo está pensado para ti. No es lo mismo adaptar muebles estándar que diseñar cada módulo según tus hábitos y tu casa.
Materiales personalizados
Se integran con la vivienda, creando continuidad con el salón o el pasillo.
Almacenamiento
Mejor aprovechamiento del espacio, incluso en rincones difíciles.
Sensación de amplitud
Porque el diseño a medida ayuda a ordenar visualmente el espacio.
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Preguntas frecuentes sobre islas de cocina
¿Una cocina pequeña puede tener zona para comer o es mejor evitarlo?
Depende mucho de la forma de la cocina y de cómo se usa en el día a día. En muchos pisos pequeños, una barra estrecha o un pequeño voladizo en la encimera funciona de maravilla y permite desayunar o hacer comidas rápidas sin robar espacio. A veces incluso basta con añadir un par de taburetes en un lateral bien aprovechado.
¿Qué materiales funcionan mejor en cocinas pequeñas?
En cocinas pequeñas, los materiales tienen un papel enorme en cómo se percibe el espacio. Las superficies claras, los acabados mates y las maderas suaves ayudan a que todo respire, creando una sensación de amplitud muy agradable.
También funcionan muy bien los materiales que reflejan luz, como ciertos tonos satinados o encimeras con un ligero brillo, porque dan más profundidad visual sin necesidad de recargar.
¿Qué distribución funciona mejor en una cocina estrecha?
Las cocinas estrechas suelen agradecer una distribución que deje un pasillo limpio y cómodo, sin obstáculos ni muebles que sobresalgan demasiado. Lo más habitual es trabajar en forma lineal o en dos frentes paralelos, siempre cuidando que las distancias de paso sean amplias para poder abrir cajones y moverse sin sensación de agobio.
